Todos tenemos prejuicios. A todos nos sesga el amor, la envidia, la avaricia, el orgullo. Todos tenemos algo de machista, o de hembrista, o de racista y la mayoría de nosotros sobrevaloramos la validez de nuestro criterio.
No tienen cura. No la tienen, no. Pero ser conscientes de ellos nos ayudan a cubrir las espaldas a nuestros juicios de valor. Especialmente si son sobre otros. Quizá la vida no sea justa, pero juzgar a dos personas iguales de forma diferente es algo de lo que nos quejamos todos. Y aún así lo hacemos.
miércoles, 22 de julio de 2015
martes, 21 de julio de 2015
En el cielo de Madrid no hay 'Clark Kents'
Que un clavo no saca otro clavo, pero quinientos clavos, a lo mejor.
viernes, 10 de julio de 2015
miércoles, 1 de julio de 2015
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