domingo, 21 de febrero de 2016

Cuando me pilla llorando y me obliga a mirarle

Creo que nadie me ha querido nunca así.

Y me mata nunca disfrutar de nada demasiado por estar siempre mirando el reloj, porque nunca nada va a durar lo suficiente como para que me olvide de que a toda cenicienta le llegan las doce.

Prefiero no dormir contigo a dormir sola.

Y todos los domingos que te marchas tengo esa sensación. Como una enfermedad que mejora, pero al final, siempre recaigo. Cuando la enfermedad y la cura son lo mismo.

Un vacío que nunca acaba de llenarse. Ni cuando estás. Porque sigo sintiendo como vuelves a irte. Y pienso que aguantaré hasta el final, sólo por saber como se siente. Cuando vengas y ya no vuelvas a irte.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Hay días que, y sin ser jueves, no tengo fuerzas ni para rendirme

Te vas a perder todos los momentos importantes de mi vida. Te perdiste mi primera graduación, y no podrás venir a la segunda. Te perderás las despedidas en el aeropuerto, te perderás los abrazos, las lágrimas. Te perderás los reencuentros, la felicidad del regreso, te perderás cómo saltaría encima de ti. Te perderás mis discursos, mis notas, mis progresos, mis decisiones de futuro, los nervios de las entrevistas. Los triunfos, los ascensos. Me fallarás cuando me haga daño, cuando fracase, cuando me pierda, cuando tenga miedo de montarme al avión. No estarás. Cuando alguien que quiero se vaya, cuando me enferme. No estarás cuando necesite salir, cuando quiera que me arropen, un abrazo de buenas noches. No podrás aparecer con mi comida favorita, no podrás llevarme al cine esa misma noche. No iremos a cenar un día cualquiera. No celebraremos ningún cumpleaños. No sabrás si las cosas van bien si yo no te lo cuento. Me teñiré el pelo y pasarán semanas hasta que te des cuenta. Nunca sabrás de verdad quienes son mis amigos, porque jamás tendrás tiempo de conocerlos. Nunca podremos hacer planes. Nunca tendremos un perro que se llame Gachas.

martes, 9 de febrero de 2016

A veces duermo mal cuando duermes conmigo. Por estar tan enredados, quizá. Pero ojalá alguna vez en mi vida pueda tener eso todos los días.l

jueves, 4 de febrero de 2016

Me siento sola

¿Qué le tiene que pasar a una madre en la cabeza para oir llorar a su hijo descorazonadamente y no sentir nada?