viernes, 18 de febrero de 2011

Temblando.

¿Sabíais que la madre de Hitler estuvo a punto de abortar? Al final, cambió de opinión. Esa decisión cambió irremediablemente el curso de la vida de millones de personas, de miles de millones de personas, dado que su nacimiento también sale en mis libros de historia, dado que sus crímenes me generan rabia a mí, que ni siquiera coincidí con él en el mundo.
¿Entendéis cómo una decisión mínima, ínfima en comparación puede romper y cambiar el curso de tantas vidas? A veces, el más pequeño roce, la más insignificante duda al hablar puede transformar por completo la tuya misma.

2 comentarios:

  1. esto lo había leido, no se hasta que punto sera verdad, pero es muy fuerte ¿eh?

    ResponderEliminar
  2. cierto, no controlamos el mundo, ni somos capaces de predecir el efecto de nuestras acciones. Somos tan imperfectos que el simple hecho de tener un hijo puede derivar en la muerte de millones de personas. Pero, esta obsevacion nos lleva a la siguiente cuestion; ¿debemos por ello vivir con un ojo abierto y controlar cada paso que demos? la posibilidad de que de una pequeña accion acabe en algo tan grande es infima, no debemos tener miedo a las consecuencias, ten en cuenta que de las consecuencias se obtienen conocimientos muy utiles para un futuro. La solucion es simple, vive con cabeza, sigue tu instinto utilizando la razon, no vivas con miedo a las consecuencias, pues la mayoria provienen de conocimientos no obtenidos por la experiencia y su validez es rebatible, no te dejes engañar por el futuro, no existe, solo el presente, y al final escojas lo que escojas, vas a acabar en una caja de marmol, como el resto.

    ResponderEliminar