domingo, 29 de marzo de 2015

Yo pedí unas alas. Y esas sí me las han dado.

¿Cuántos 'te quieros' de mentira hubo solo para que fuéramos a actuar ahí?
Pienso cosas tan feas que no se las puedo contar a nadie. Cinco palabras capaces de hacer daño hasta las piedras. Y digo pienso porque no creo su las sienta.
He estado intentando evitar algo que es probablemente inevitable. No es asunto mío las mentiras que estén en bocas de otros. Basta con que advierta una vez, ese es mi papel. Y en las noches como esta que me han llenado el alma por dentro, que me la han mimado soy más sincera conmigo misma y pienso que puede que lo hiciera por mí, por no quedar de perdedora, por no tragarme esa felicidad ajena, y que no pude darnos, mientras yo me conformaré con las caricias de un desconocido que me folla para sí mismo, de cafés con sabor a nervios. Porque aquí no hay mariposas. Yo no tengo, no me quedan, no me llegan. No he pedido.

Tendrás tú las tuyas, y las mías; todas esas mariposas revoloteando en la tripa.

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