martes, 1 de septiembre de 2015

Llévame a Granada, paremos en Sevilla

5 semanas después, en mis últimos tres días cada vez que pienso en volver me tengo que dar la vuelta para que no se me vean los ojos.  Son las únicas lágrimas que he gastado aquí, y las de las despedidas. Y las de la llegada, que como todo lo que vale la pena en la vida, no fue fácil. Daría todo lo que tengo y conseguiría lo que no por quedarme aquí más tiempo. Me quedan miles de kilómetros que recorrer, pero no es eso. Tengo amigos maravillosos, pero tampoco es eso. Es que estoy cambiando, estoy cambiada. Quiero quedarme porque me hace bien. Porque soy mejor, porque me siento mejor. Viajar me da la vida, me hace mejor persona. Me da confianza y ganas de vivir. Alegría para meses, esperanza, fuerzas. Viajar me cura las heridas, y no quiero volver porque no todas están cerradas.

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